Expuesto en: Museo de Arte Moderno de Nueva York, Estados Unidos.
Tamaño: 24 x 33 cm.
Material: Óleo sobre lienzo.
La persistencia de la memoria, conocido también como “Los relojes blandos” es un famoso cuadro del pintor español Dalí. La pintura fue exhibida en la primera exposición individual del artista en la Galerie Pierre Colle de París. Desde su exposición esta pintura se ha convertido en una de las imágenes más reproducidas. La teoría de Dalí sobre lo blando y lo duro encuentra en las estructuras de los relojes su máxima expresión, sobre todo como manifiesto del tiempo que se come. Alude al aspecto que obsesiona al hombre del siglo XX: espacio-tiempo. Después del conocimiento y las consecuencias de la relatividad, de las teorías de Einstein que perturbaron al mundo e influyeron en todo, la obsesión por el paso del tiempo y la obsesión por el espacio fueron los argumentos más utilizados por Dalí en su arte. Es el triunfo de los sueños que no están controlados por nada, es el canto al triunfo del deseo sobre la realidad. En definitiva, muestra la capacidad de Salvador Dalí para mostrar, mediante imágenes inéditas, los mitos eternos del ser humano. Otros estudiosos insisten en la victoria del deseo sobre la presencia obsesiva del tiempo. El cuadro parece que estaba vinculado a una reflexión sobre la teoría de la relatividad, en la cual la postura de Dalí, que abogaba por acabar con el existencialismo y con la angustia del hombre ante su propio destino, lideraba a un gran sector del público.
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